miércoles, 20 de abril de 2016

Capítulo 3

Quizás no sabes que es lo más duro, no sabes que es lo que más daño me causa, lo que más me cuesta, lo que más me importa o lo que más me afecta.
Quizás no sabes lo que menos me duele. no sabes lo que menos me asusta, lo que menos miedo me causa, lo que menos me mata o lo que menos me asombra.
Quizás todo hubiera sido mejor si no se hubieran cruzado nuestros caminos, ya sabes, si no nos conociéramos. Así cada cual podría seguir con su vida como si nada, como si todo hubiera sido una vivencia mas, algo de lo que aprender. 
Quizás lo que mas me duela sea echarte de menos, o no. Puede que sea el mero hecho de que debería odiarte por todo y aun así no puedo hacerlo. No te puedo odiar. Puedo echarte de menos o llorar como una tonta, pero no puedo odiarte, No pude hacerlo ayer y no podré hacerlo mañana, ni la semana que viene, ni el próximo mes, ni dentro de 10 años, ni si quiera entonces podré.
Quizás sienta un dolor en el pecho, no ese tipo de dolor, el que sientes cuando te deja tu novio o cuando muere alguien. Duele como si fueses un puzzle al que acaban de quitar su última pieza, y como todos sabemos esa es la más importante. Eso soy, un puzzle deshecho y tu eres mi última pieza. Eres y seguirás siendo esa pieza esencial, no lo olvides.
Quizás no te quise como te merecías o quizás te quise mas de lo que querías, el caso es que te quise. El caso es que te quiero, ahora y mañana, y siempre. Eso hacen los amigos, quererse para siempre, porque por algo son amigos.
Quizás metí la pata, nunca fue con mala intención.
Quizás te hice daño...
Quizás lo sienta o quizás no.

He pensado muchas veces en todo lo que tenía que decirte, tenía las ideas claras. Tus respuestas no fueron las que yo esperaba pero nunca fuiste de esos que te dicen lo que necesitas oír, sino mas bien de los que te dicen las cosas como son aunque duelan más. Se que lo has hecho por mi, a lo mejor te preocupo, puede que te importe (o te importase) pero de todas maneras se que fue por mi bien.
Te agradezco los buenos ratos, las despedidas y los reencuentros, cada vez que me consolaste cuando nadie más lo hizo, las veces que me caí y que me levantaste y sobre todo el cariño que me diste porque por muy lejos que te vayas siempre me puedo quedar con eso.
En el fondo es culpa mía, te decepcioné. Es algo que se me da muy bien, pero contigo quería fracasar en esa parte con todas mis ganas . Nunca quise fallarte, es mi naturaleza. Suelo ser fría ante las malas rachas aunque a veces me derrumbe pero ante ti no puedo ser hielo, soy un volcán.
Tengo guardado tu rostro en mi memoria, para que no se me olvide. También todo lo que te debo, todo lo bueno y por supuesto todos los ratos, y las risas (sobre todo eso), también los años contigo, cuando me cogías en cuello, cuando me motivabas para que siguiera adelante. Todo, como ya te he dicho.
Siempre fuiste mi mejor regalo, nunca lo supiste. Siempre fuiste de las personas más importantes que ha habido en mi vida, tampoco lo sabías. Has sido mi único soporte durante mucho tiempo, y ahora ¿qué? Voy a la deriva, como un barco sin su ancla, y ya no veo la costa, ya no.

Ya te lo he dicho 100 veces pero lo diré una más, te echo de menos.
Así que vuelve por mi, aunque solo sea una última vez.

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